La conservación de la energía es la manera más efectiva, rápida y barata de alcanzar reducciones permanentes y ahorrar energía.
- No enciendas las luces si no es necesario.
- Apaga las luces que no uses, aunque sean periodos cortos.
- Aprovecha al máximo la ventilación natural.
- Procura no dejar puertas o ventanas abiertas, sobre todo cuando los sistemas de calefacción o de aire acondicionado estén funcionando.
- Apaga los sistemas de climatización cuando las salas estén vacías. Enciéndelos sólo cuando alguien las utilice.
- Gestiona adecuadamente el consumo de energía de los equipos:
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- Ajusta el brillo de la pantalla del monitor a nivel medio.
- Utiliza fondos de escritorio oscuros y salvapantallas negro, tras 10 minutos de inactividad.
- Apaga la pantalla del monitor en paradas de unos 10 minutos y el ordenador cuando sean de más de 1 hora.
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- Acumula los trabajos de impresión y las fotocopias. Hazlo por las dos caras y utiliza las funciones de ahorro de tinta, en blanco y negro o en función de borrador.
- Desenchufa los equipos cuando no se utilicen (al final de la jornada, fines de semana, vacaciones,…).
- Consume sólo el agua que necesites en los aseos y la cocina.
- Sube y baja por las escaleras. Ahorra energía y gana en salud.
Fuente: www.officinaseficientes.es